Decir tener vacaciones productivas es, por defecto, completamente contraintuitivo. Las vacaciones son para descansar, para entrar al mundo al revés de no hacer nada, o simplemente divertirse. Pero hoy en día, son muchos los que durante las vacaciones, no vacacionan.
No sé decir cuantas personas me encuentro en marzo diciendo que al final se cansaron más en el descanso que en el año. O que no les alcanzó el tiempo, o que en vez de aprovechar, estuvieron trabajando durante todo el viaje.
Las vacaciones para que sean productivas tienen que ser primero vacaciones y segundo tienen que cumplir su propósito a cabalidad. Para mi, las vacaciones en general son de las épocas más creativas e iluminadas de mi año. Es cuando tengo las grandes epifanías, donde aparecen las visiones de lo que quiero lograr y donde finalmente me pongo las pilas para hacer ejercicios, ayunos, o descubrir temas largamente pospuestos. En definitiva son vacaciones de creación y productividad en el correcto sentido.
Es como si en el verano o durante este periodo se me ocurrieran las grandes ideas que luego durante el año me tocara realizar. Es por eso que es taaaan importante tener unas buenas vacaciones, ya que en ellas es donde se produce la verdadera magia o donde tenemos la oportunidad de que se produzca una distinta a las del año.
 productividad en vacaciones
El año pasado me escapé con una pareja de amigos a Punta de Choros en el norte de Chile. Fueron dos semanas en las que dormi, me bañe en el mar, comencé a correr, me terminé y empece algunos libros, vi un webinar de Angel Alegre y planifiqué mi año mi alejado de lo que terminó siendo. Me acostaba tardisimo y me levantaba, tarde también, dormí mucho y también medité mucho. Todo esto en dos semanas. Mis amigos no me demandaban nada de atención, eran unos soles, y nos juntabamos a comer y a conversar por unos minutos en la noches.
Fue uno de los mejores veranos que he tenido.
Es verdad que nada de esto es alucinante, pero hay un par de elementos que ilustran a la perfección lo que hace de las vacaciones algo memorable.
1-. Hay algo con el tiempo de ocio, con saber que si te echas en la playa, en tu saco de dormir, sobre una roca, o en la cama, y te quedas dormida, nada pasará. Esa presión apremiante por tener que hacer algo después no existe. Y esa libertad del tiempo, de que la gente te deje en paz, es lo que permite que se produzcan verdaderas epifanías. Cuando no tenemos tiempo, o siempre tenemos algo que hacer o cumplir, es como si no hubiera espacio para lo inesperado, para aquello que se sale de lo que normalmente vivimos o hacemos. Las puertas que nos abren posibilidades realmente distintas, siempre surgen en momentos donde no hay prisa. Es por eso que las grandes ideas aparecen en espacios donde la gente se relaja, como en caminatas, la ducha, el baño, o al despertar de una siesta con el sol de la tarde y la brisa del mar. Por eso la primera regla es, debes darte un espacio que signifique que no te estes urgiendo ni por familia, ni por amigos, ni por hijos, ni padres, ni nada. Una semana de libertad temporal para hacer realmente lo que se te antoje, aunque sea dormirte el tiempo entero, puede hacer que produzcas la idea, la energía, el entusiasmo, la claridad, etc que has estado buscando hace tanto tiempo.
2-. Cruzar el espejo (Hacer algo distinto de lo normal). Siempre me acuerdo de los conceptos que aprendí cuando estudiaba literatura. Había uno que trataba sobre el natural tiempo al revés: lo carnavalesco. Esta idea venía de que para que exista un cierto y esencial nivel de equilibrio social era necesario que cada cierto tiempo se diera el periodo del mundo al revés, donde las personas pueden hacer todo lo que no tienen permitido en su vida cotidiana. En el carnaval el rey es el bufón y el bufón es el rey, las reglas no aplican y se produce esa flexibilidad y catarsis que nivela y destensiona la vida de las personas. Esa es la logica que aplica en las grandes fiestas, carnavales, fines de semana y por supuesto en vacaciones. Cuando no nos damos un respiro de nuestra normalidad, nos ponemos rigidos y de pronto nos empezamos a convencer que somos una sola cosa acotada y finita que no puede moverse ni cambiar. Es entonces cuando la gente se pone más loca, más inflexible, más infeliz, cuando nos llenamos de miedo de cambiar, o de descubrir, asombrarnos, crecer. Comenzamos a decir cosas, quiero que esto se arregle, pero por favor que nada cambie. Eso es locura, una locura platónica, pero locura al fin, porque sin darnos cuenta cercena la libertad más potente que tenemos, la de crecer. Entonces, en vacaciones es esencial que te des un salto y hagas algo diferente. No tiene que ser una cosa excentrica y estridente. Basta con salirte de tu rutina, cambiar tus horarios, ir a un lugar que no conces, integrar alguna actividad distinta, incluso aprender algo que quizás no vuelvas a ocupar, pero si te de entretención y disfrute. Integrar algo distinto es cualquier cosa que no harías normalmente. Y eso es sufiente para darle un respiro a tu alma y amplitud a tu personalidad.
3-. Sí, tu cuerpo existe. Otra cosa que importa y mucho, es que le des un respiro, un amor a tu cuerpo. En el viaje que te mencionaba al principio, hubieron tres cosas que yo hice infaltablemente y que realmente me ayudaron muchísimo. Correr, retomar mi práctica de yoga y bañarme en el mar.
Todos los días mi cuerpo recibía un golpe de energía, de vitalidad, de movimiento que añoro como sensación incluso ahora, un año después. Esta referencia es fundamental para generar un anhelo de eso el resto del tiempo. Tu sabes, una vez que lo experimentas, qué es exactamente lo que estas haciendo para que tu cuerpo se mantenga bien, feliz, con sensación de liviandad y descarga.
Todas estas cosas ayudan a que se abra la ventana mágica. Esa que relaciona cosas insospechadas, esa que se da cuenta que mirando al cielo y las estrellas literalmente puedes mirar al infinito, esa que te muestra que en realidad todo esta interconectado.
Si estas cosas se producen es que realmente has tenido una vacación productiva, una donde te has recuperado a ti misma/o donde no te seguiras metiendo en el hilo de irrealidades de la cotidianidad.
Tenemos que anclarlos al ser, al menos una vez al año. Esta es una buena oportunidad, aprovéchala y haz de esta vacación algo realmente productivo.

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