Sobre el tren o el avión, como decía Charly, sin irreverencia abrazaré esta soledad que me llena de revelaciones.
Quisiera compartir contigo el regalo de la quietud.
Regalarte la belleza de la serenidad, el tesoro del silencio. Tan fácil es acceder a él.
He amado largamente las palabras de estos blogueros que sigo y que me hablan de vivir de una forma libre y llena de satisfacción. He gozado de risa al encontrar estas herramientas que me permiten romper esa muralla mentirosa que ha tejido el mundo sobre el miedo, la posesión y la ira.
Medita conmigo. Húndete en este espacio y avancemos juntos en este sendero de paz.
La revolución esta dentro de ti. Solo siéntate y respira. Deja que la puerta se abra y un océano de luz entre en ti. Solo respira.