Voy en un auto y la velocidad y el tiempo han adquirido esa cualidad estática, como si en ese movimiento sordo, la realidad se hubiera detenido.
He tenido tantas experiencias invisibles.
Como en una canción o al ritmo de un sonido interno,
una lámpara de imágenes se abriera sobre el paisaje que parpadea.
Yo pienso que esto es una epifanía. Olvidada entre detención y detención.
El pensamiento sublime que se abre en ese instante.
Las canciones de ennio morricone inspiraban eso detrás de los escenarios
aparentemente vacíos y siempre demasiado, dulcemente inmensos.
En ese pedazo de camino yo tengo una vida otra.
Una vida diferente.
Vuelo, usos sombreros y no me avergüenzo de nada.
He mantenido mi felicidad sin sacrificios y todo el mundo infiere que la magia no es extraordinaria, pero si misteriosa.
Cuantas vidas olvidadas!, por eso amo los caminos. Floto sobre experiencias innumerables que me han hecho reir y llorar y que hoy estan perdidas sin ningún remordimiento.