Por mucho tiempo se pensó que la energía opuesta al amor era el odio. Así yo también lo creí por muchos años, hasta que un día me topé con esta idea de que el verdadero opuesto del amor era el miedo. Estamos llenas/os por todas partes de pequeños y grandes temores que nos limitan y nos paralizan, que nos impiden acercarnos, ayudar, perseguir nuestros sueños, arriesgarnos a crecer. El miedo es la fuerza que en descontrol nos impide fluir con lo que nos hace plenas/os y felices.

Día 20

Me encontré hace poco con el caso de una chica venezolana que para un proyecto en la universidad tenía que hacer durante 100 días una misma acción sostenida. Escogió enfrentar sus miedos uno a uno durante 100 días y grabarlo. Lo que ha hecho, ha comenzado a inspirar a miles de personas a enfrentar sus miedos, desde ponerse a bailar en medio de la calle, a tirarse en paracaidas, uno a uno fue registrando como enfrentaba cada miedo con resultados realmente interesantes.

El desafío de hoy tiene que ver con la acción práctica de enfrentar nuestros miedos. Para ello vamos a hacer una lista (vivan las listas ;)) para identificar cuántos y cuáles son los miedos que realmente tenemos. Eso primero.

Puede que al hacerlo una voz interior te diga que no es necesario, que hay ciertas cosas que no vale la pena soltar, que los miedos están ahí para algo. Esto último es absolutamente verdad. El miedo es un mecanismo de defensa que nos mantiene vivos, pero como ya lo habíamos hablado en la entrada sobre la mente negativa, sucedeque  la función que cumple en la mayoría de los casos tiene muy poco que ver con la verdadera supervivencia y mucho más con la parálisis y el desamor. Esto es el desamor de no atreverse, de imaginarse y crearse solo posibilidades dañinas o dolorosas, porque la mayoría de nuestros miedos son ideas preconcebidas de todo lo que podría salir mal. Entonces vamos a hacer una cosa. Vamos a desmantelar el mecanismo de una manera muy simple para que esta actividad de enfrentar los miedos sea realmente posible.

Las preguntas que nos sacan el rollo de encima

Darren Browse uno de los referentes de la blogósfera hablaba el otro día en su podcast sobre como liberarse de los miedos relacionados a hacer y continuar un blog. Darren solía ser un pastor, lo cual es bastante chistoso, pero hace sentido cada cieeerto tiempo cuando comienza con sus reflexiones de este tipo. Bueno, la cosa es que ahí él hablaba de la necesidad de hacerse dos preguntas fundamentales para enfrentar un miedo:

La primera era ¿qué es lo peor que puede pasar? Listo, súper fácil y bastante obvio. Ponte directamente en la peor de las situaciones, cuando tu peor miedo se realice, se arme la pelotera y el mundo se venga abajo.

La segunda es, «si sucediera lo peor, ¿qué tendrías que hacer para volver a estar bien?» Sí. Esta es la clave en verdad. Buscar la solución de inmediato. En caso de que si pasa lo peor, sepas que es lo que tendría que pasar para recuperarte, para sanarte, para volver a levantarte. Y ya está. Problema, solución. Por eso es que alguien decía «un problema nos es más que una solución disfrazada.

Lo que hay del otro lado.

Ahora, hay otra cosa que es importante de este ejercicio y lo que lo hace tan liberador. Sucede que al enfrentar nuestros miedos una cosa casi instantánea que sucede es que tenemos un mejor sentido de realidad. Las cosas no son lo que temes, las cosas son lo que son y lo cierto es que en la gran mayoría de las ocasiones, eso no es muy terrible y está francamente alejado de lo que pensábamos. Por lo tanto, produce una sensación de libertad realmente extraordinaria. Así que, es hora.  Haz tu lista de miedos y crea tu estrategia para enfrentarlos haciéndote las preguntas de Darren.

En el intertanto te dejo el enlace para los 100 días sin miedo.

 

Que disfrutes!

Hace poco supe una anécdota muy curiosa sobre los miedos. Fanny Ardant, una muy famosa actriz francesa estaba en una cena con amigos. Al parecer estuvo callada durante toda la noche hasta que poco después de servido el postre y como de la nada dijo “Tengo un cuchillo en mi cartera”, la gente alrededor divertida con la abrupta declaración le preguntaron por qué llevaba el cuchillo, a lo que ella respondió “tengo un pánico tremendo de que se me caiga una tienda encima, así que llevo el cuchillo para rasgar la tela en caso de quedar atrapada”. De cuento.

Y tu, qué miedos tienes?

 

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