Salir de la imagen estática que el mundo tiene de ti, salir de esa imagen que a veces es bella, funcional, cómoda, segura, es quizás una de las formas más rápidas de descubrir quienes somos. Pero ojo que a veces nuestra comodidad es el desbande. Muchas veces en el mundo artístico, espiritual, «alternativo», etc la gente dice que aquellos que no se salen del molde social son los rígidos. Pero, ¿cuánta gente de ese estilo mas «libre» puede soportar el que le impongan una que otra regla?. La rigidez puede manifestarse de cualquier manera: Puede ser pedirle a un hippi que se corte el pelo a lo militar, como a la inversa, pedirle a un militar que se deje el pelo largo.
La libertad tiene que ver con la capacidad de moverse de un lugar a otro, de una versión a otra de lo que podemos ser sin sentir que amenazamos nuestra esencia.
Hace un par de años en una de las visitas al Ashram de Amma se me pidió participar como personaje en una fiesta de represenataciones. Allí me encontré con una viejo residente del Ashram procedente de Francia al cual siempre había visto usando una larga barba blanca. Poco antes había estado conversando con alguien acerca de que uno de los residentes había participado del sikhismo siguiendo a Yogui Bhajan (Maestro del Yoga Kundalini), y por alguna razón pensé que era el viejo ashramita francés. Él también había sido invitado a participar en la obra y para ello, sin más se cortó la barba. Eso me impresionó mucho, pues según se me había enseñado, los sikhs consideraban que el pelo no debía cortarse nunca. Fue tanta mi impresión que me acerqué a preguntarle sobre si no le había afectado mucho cortarse la barba. El me miró y dijo en su inglés gargoroso de francés al tiempo que se tocaba la barbilla recien afeitada: – ¿esto?, esto es solo ego. No tiene importancia.
Me acuerdo que no supe como reaccionar. Como yo pensaba que él era sikh aquello me impactó mucho. Era notorio como por un lado yo daba por sentado que hacer aquella modificación podía ser algo muy fuerte para él, y que de ningún modo yo pensaría que aquello podría ser sentido con tanta calma y ecuanimidad. Sentí genuinamente que aquel hombre había llegado a una comprensión muy profunda de sí mismo, que traspasaba los simbolismos que lo podrían identificar. Y eso caló profundo en mi.
Después me enteré que él no era quien yo pensaba. Pero para entonces la aclaración no restaba efecto a la enseñanza.
Es claro quizás para un Sikh el cortarse la barba no es para nada algo sin importancia, y eso tiene un sentido y un valor, pero aquella situación con el francés me habló de algo más común y corriente en todos nosotros que no hemos tomado votos de vestimenta. Porque lo cierto es que, hasta cierto punto sí lo hemos hecho y es ahí y en muchas otras cosas donde se manifesta nuestra rigidez y nuestro apego a lo que creemos que nos identifica, y define quien somos.
Por eso salirse de esa imagen estática de nosotros mismos es una forma de testear cuan apegados estamos, cuan libre somos de actuar fuera de lo esperado, fuera del voto que hemos tomado de vivir y comportarnos en la vida de distintas maneras, ya sea como «hippies» o «empaquetados». Eso es lo que determina en mucha medida nuestra capacidad de movimiento, flexibilidad y en última instancia libertad.
Ojala hubieran asanas para eso.
Fuente: www.streetartutopia.com
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