A pesar de tener el trabajo que tengo, de hacer clases de yoga, escribir y enseñar sobre temas vinculados al bienestar y paz interior, existe una tendencia poderosísima y muy difícil de resistir a desconectarme. Lo noto por que empiezo a despertar cansada, estar más irritable, más confusa o con una sensación de ansiedad permanente, como si tuviera que correr a todas partes. Incluso con la clase de trabajo que tengo se hace difícil no caer en la locura del día a día. Me imagino entonces lo fuerte que es cuando se trabaja en una oficina o en algún lugar donde es todo números, distracciones, o demanda.

volver a mi

Me acuerdo que uno de los primeros trabajos que tuve fue en un callcenter de encuestas. Debía llamar a personas encuestadas y comprobar que le habían hecho todas las preguntas, una a una. Era un trabajo muy tedioso y kafkiano. Me sentía metida en una maquinaria extraña y sin sentido, fomentando actividades y estructuras con las que no estaba de acuerdo. Esa experiencia me dejó muchísimos aprendizajes. En su momento estaba muy agradecida de recibir una paga y era una fortuna para mi hacerlo con algo que no requería ningún esfuerzo real, pero al poco tiempo un pesado manto de sin sentido se apoderaba de mi. Es la primera y última ocasión en la que después de salir de un trabajo he sentido la necesidad de irme a un happy hour. En esa época tomaba alcohol y me gustaba la cerveza, y la verdad es que podía sentir en mi cuerpo como la alternativa de ir a un bar a sacarme el día de trabajo de encima parecía la mejor opción. Recuerdo que me llamó mucho la atención sentir esas ganas. Nunca se me ha olvidado esa sensación, porque me permitió entender a miles de personas que sienten lo mismo. Para mi eso habla de la locura en que vivimos, y de las pocas opciones que nos ofrece este modo de vida.

Ahora tengo mucha suerte. He podido encontrar una forma de vivir y un trabajo que me llenan de sentido y me dan la oportunidad de recordarle a la gente lo que realmente importa. Una de las razones más poderosas que he tenido para hacer este blog es la posibilidad de ayudar a que más personas dejen de estar tan desconectadas. Que se sientan de regreso en casa, en su propio territorio interno. No importa que tengamos 20, 30, 40, 50 o más, siempre es posible salirse y encontrar una vía alternativa. Mantener la conexión no es solo meditar, tomar harta agua, hacer yoga, o terapearse. Mantener la conexión es recordar nuestro sueño de vida, eso que pensábamos cuando chicos que era posible y poder ir haciendo cosas para que se haga real, para que la vida sea lo que queremos. Aún donde estoy, me encuentro cayendo en las trampas de la ansiedad o de hacer cosas porque se supone que es lo que hay que hacer y no perder mi voz. Esto me lo recordó otra bloguera que me encontré ayer, una española que se llama Deborah Marín y que le da mucha importancia a no perder la conexión con la propia voz, con el propio sentido, con la propia identidad. Y esto es porque es la única manera en que nos podemos sentir realmente cómodos. Y la comodidad es estar relajado y eso en un sentido muy profundo y simple es sentirse en conexión. Como cuando estamos de vacaciones y finalmente tenemos ese «momento», ese instante en que reconocemos que por fin estamos relajados y contentos de estar ahí frente al mar, el río, riendo, durmiendo, leyendo, pensando, lo que sea.

Pero, ¿cómo volver a esa espacio aquí, en la ciudad?, ¿con el trabajo, con las demandas, el estrés, las deudas, las responsabilidades, aaaargh, todo este embrollo? Bueno, para mí las cosas que me han salvado estos últimos días han sido cosas tan simples y sencillas como las que te quiero compartir.

#1 Dormir un poco más

Esto es muy relativo. Hay personas que con 4 horas están perfecto. Yo he estado ahí, cuatro horas y me siento como avión, pero depende de muchos factores y de la calidad de descanso que estoy teniendo. Si no estoy durmiendo bien, debo hacerme el espacio, acostarme un poco más temprano, hacer una pequeña rutina antes de dormir para desconectarme de los rollos del día. Y dormir en paz, la cantidad de horas que en este momento de mi vida necesito. Cuidarme, hacerme ese pequeño cariño. Realmente esto puede hacer una enorme diferencia en cómo me siento y las ventanas que se me abren.

#2 Inspiración

La joya de la vida para mi. Encotrar a alguien que me muestre una salida a lo que estoy viviendo. Alguien que me de una respuesta, alguien que este haciendo algo extraordinario y me recuerde que de verdad, pero de verdad, nada es imposible, solo necesito conseguir o que me den ese mapa. Hay muchos sabios por ahí que recomiendan una cuota de inspiración para comenzar el día. Y hoy es fácil encontrarlo en todas partes. Solo basta tu celular y buscarte la aplicación y la persona que pueda dartelo. Puedes escuchar un podcast camino al trabajo, una charla de youtube, una clase magistral de harvard en coursera. Tantas posibilidades. Realmente puede abrirte el mundo escuchar las maravillosas historias de inspiración que hay allá afuera. Algunas de mis favoritas son:

  • Charlas Ted: Jill Bolte Taylor, Ken Robinson, Amy Cuddy, Brené Brown, etc
  • Charlas de Terapias alternativas en el canal de Youtube La Caja de Pandora: Aquí puedes encontrar de todo. Hay charlas que a mi no me gustan tanto, pero recomiendo especialmente a personas como Suzanne Powel (charla de la abundancia es hermoso), algunas de Enric Corbera, especialmente lo de Bioneuroemoción, la cura de la avena también es muy interesante.
  • Coursera, Edex, Etc: estas son plataformas de estudio online. Cursos dictados por las mejores universidades del mundo como Harvard, Standford, Oxford, etc,  que son totalmente gratuitos y abiertos. Solo tienes que inscribirte y escoger el tema que te interese.
  • Podcast: Aquí el tema es que muchos de los mejores están en inglés. Vale la pena tratar de practicar e idioma escuchando a gente realmente increíble de todo el mundo. Busca en la tienda itunes o simplemente tipea tu tema preferido y podcast.
  • Libros maravillosos: Ya sea un texto de ficción o un libro sobre algún tema que quiera desarrollar es infaltable. Esto sobre todo porque los libros producen un efecto raro de calma y tiempo lejos del ritmo acelerado de los computadores, televisores, etc.

#3 Meditación

Ya se que estoy siempre dando la lata con esto, pero es que sería estúpido que no lo mencionara. No hay nada más poderoso que meditar un poco en la mañana y un poco en la noche. Solo 10 minutos en la mañana de cerrar tus ojos y observar tu respiración pueden hacer milagros. Pero si quieres probar algunas meditaciones específicas puedes probar la Guía que ofrezco para entrar a la lista de correo o alguna de las meditaciones que aparecen en las entradas sobre la mente.

#4 Ejercicio

Aquí quiero mencionarte un ejercicio que es una maravilla. Saltar. Esto porque genera una reacción en el sistema linfático que realmente es espectacular. Te ayuda a botar toxinas como loco y te permite transpirar y movilizar todo el sistema para sentirte más relajado/a. Si tienes temas con las rodillas tendrás que considerar usar una de esas camillas para saltar redondas que venden en las tiendas de fitness. Pruébalo durante 20 a 30 minutos por día (puedes ver una charla Ted mientras lo haces 😉 )

Bueno, ese es mi aporte por hoy. Que hay de ti? Cuales son las formas en que te mantienes atenta y conectada/o? Como te relajas o te mantienes sin volverte loca/o? Cuéntame un poquito en los comentarios.

 

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