En la tercera parte de esta serie para romper patrones negativos llegamos al punto de encrucijada. El momento en que se produce la transformación es el momento en que entendemos que nuestra naturaleza no se constituye por nuestros patrones, ya que estos han sido fundamentalmente adquiridos y se basan en la repetición. Vamos a romper un par de cadenas.

tercera etapa para romper patrones negativos

Cortesía de d_pham en flickr

Esta entrada será bastante más corta que las otras. Básicamente porque ya tienes el material, enumerados en los ejercicios anteriores (I y II), en los que puedes ver claramente que tus patrones han sido adquiridos en respuesta a una situación, enseñanza o creencia específica y que lo que eso significa es que son conductas adquiridas y no parte de tu ser o identidad.

Dejame que lo repita. Tus patrones son conductas adquiridas y no parte de tu ser o identidad. La historia de la rana y el escorpión a la basura. Pero espera, esto no quiere decir que sea fácil romper un patrón. Muchas veces hemos repetido por tanto tiempo una conducta de manera inconsciente que pareciera ser quién somos. Esto es lo que tienes que entender. Tus conductas no son tu «quien soy», sino simplemente una acción que de tanto repetirse se te ha colado en la cabeza como un rasgo de personalidad. Al mismo tiempo esto no es extraño. Tenemos que recordar como se gesta el destino. Los pensamientos llevan a emociones, las emociones a palabras, las palabras a acciones. Las acciones forman los hábitos, los hábitos el carácter y el carácter el destino. La mayoría de las personas quiere romper un hábito cuando se empieza a dar cuenta de que esta formando una aspecto de su carácter e intuye que con eso esta forjando su destino. Sería más fácil romper un patrón en su proceso de formación, pero donde sea que nos encontremos en la etapas de gestación, debemos hacer el mismo ejercicio.

[tweetthis]la gente quiere romper un hábito cuando ven que están creando su carácter e intuyen que con eso su destino.[/tweetthis]

1-. Darte cuenta de donde viene el patron (primera parte)

2-. Ligarlo con cómo estas viviendo tu vida ahora, y (segunda parte)

3-. Entender que el hábito no eres tú y que por lo tanto puedes cambiarlo.

Trata de identificar lo más específicamente las dos primeras partes para que puedas ver con toda claridad la tercera. Una vez que tengas esa claridad debes repetirte una y otra vez:

Entiendo que he adoptado este patrón de (esta situación, persona, modelo, experiencia) porque eso era (lo que había disponible, porque me generaba confianza, etc) pero ahora entiendo y acepto que esto no soy yo y esto no es mío. Agradezco el valor que me fue entregado en su momento, pero ya no lo necesito más. Gracias (mama, papa, experiencia, modelo, etc) por mostarme este camino, pero ahora decido escoger lo que es mejor para mi de (esta otra manera).

Quizás pienses que esta parte del proceso es tonta. ¿De qué me sirve repetir esta frase? ¿qué poder puede tener esto? Solo quiero que pienses un poco en esa cadena que va desde nuestros pensamientos a nuestro destino y que rol y espacio tienen la palabras en esa cadena. Afirmar y poner afuera con toda claridad que el patrón es adquirido es vital para deshacerse de él y pasar al siguiente paso.

Espero que lo hagas y que te prepares para la última fase de este proceso. Hasta entonces te dejo una pregunta ¿cuál es tu mantra personal? esto es eso que te repites siempre en tu cabeza cuando hay problemas. Cuentame un poquito en los comentarios y veamos como avanza todo este proceso. Un abrazo.

 

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